Hace ya algunos días que se han presentado oficialmente los
nuevos productos de Apple: su nuevo iPhone 5 y su sistema operativo nuevo el
iOS 6. Y ya han salido al mercado de forma oficial, el teléfono en Estados
Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Singapur, Japón y Hong Kong y el sistema
operativo en todo el mundo.
Ambos eran productos muy esperados, en especial el iPhone 5,
pero aunque no han dejado indiferente a nadie, para muchos no son lo que se
esperaba. Entre ellos me incluyo.
El nuevo terminal sobre el que tanto se especulaba ha
cumplido exactamente los rumores y las especulaciones previas con básicamente tres mejoras a destacar: el
tamaño aumentado de su pantalla, el nuevo procesador y el aumento de RAM y la
conectividad LTE. Para mí, es poco.
No quiero decir que el nuevo iPhone 5 no sea un excelente
aparato, de hecho es el mejor actualmente, pero no ha continuado en la línea de
sus predecesores en cuanto a innovar. De hecho, todas estas mejoras ya dichas
eran exactamente lo que se esperaba hace un año cuando presentaron el iPhone 4S
(mejor procesador, más RAM y pantalla más grande) por lo que da la impresión de
que este año sin Jobs no han tenido la capacidad para superarse debidamente.
Es más fácil si vemos la línea que han seguido los productos
anteriores:
El primer iPhone presentaba un teléfono con una pantalla
táctil muy novedosa que dejaba sorprendidos a todos por su excelente respuesta
táctil, su diseño y su sistema operativo. El segundo fue el 3G, que añadía
conectividad 3G y seguimiento por satélite A-GPS. El tercero fue una mejora del 3G y así
se llamó 3Gs. Este mejoraba su procesador, duplicaba la RAM, incluía el control
por voz, mejoraba la cámara (aunque no incluía el necesario flash), incorporaba
un compas digital y por fin la grabación de videos. El iPhone 4 mejoraba el
procesador, duplicaba la RAM, incluía el giroscopio de 3 ejes, incorporaba
cámara VGA delantera, mejoraba la trasera y le añadía el flash, grababa videos
en 720p, mejoraba el micrófono haciéndolo dual y mejoraba la pantalla con su
flamante display Retina (superior a 300ppp) además de duplicar la resolución de
los anteriores modelos. Su mejora fue el iPhone 4S que mejoraba el procesador (como
va siendo habitual), añadía seguimiento GLONASS, mejoraba la cámara trasera,
solventaba los problemas con la conectividad de la antena del 4 y permite
grabar videos full HD. Lógicamente estas no son todas las mejoras, pero si son
las más significativas.
Por esto el nuevo iPhone 5 que “sólo” aumenta la pantalla,
mejora el procesador y duplica la RAM supone, creo yo, un pequeño parón. No
introduce ningún sensor novedoso que luego imitará la competencia, ni nada
demasiado llamativo tecnológicamente. En definitiva, el iPhone 5 mejora lo que
ya había sin revolucionar nada. Y esto después
de un año desde el 4S es para mí un poco decepcionante. Si es un nuevo iPhone
es porque es más grande que los anteriores y más estrecho, en lo demás podría
haber sido un iPhone 4S"S". ¿Dónde están
las ideas revolucionarias dentro del nuevo iPhone?, parece ser que se las llevó
Steve Jobs con él.
Y así damos paso al nuevo sistema operativo: el iOS 6.
Como es habitual cuando un nuevo terminal es presentado por
Apple, este va de la mano de un nuevo sistema. Pues básicamente estamos en
las mismas que con el teléfono. Varios
desarrolladores ya han expresado que esta no supone una gran mejora.
Básicamente alguno ha recalcado que habría sido más propio considerarla como un
iOS 5.2 en vez de un nuevo sistema. Entre sus mejoras hay una nueva aplicación
de mapas que incluye la navegación GPS entre otras mejoras, el Passbook que es
una aplicación que guarda entradas de cine, cupones descuento, billetes de
avión (muy buena idea, pero requiere de lectores especiales para usarla),
mejora la aplicación de Mail, aumenta los idiomas del SIRI (añadiendo por fin
el español) e incluye Facebook dentro del sistema (como iOS 5 hiciese con
Twitter). Hay muchas nuevas mejoras según Apple, pero realmente estas son las
destacables. Y no parece mucho la verdad. Además, se empieza a comentar que en
los iPhones 4 y 3Gs no es todo lo fluido que debiese.
Lo que sí incluye este nuevo iOS son una impresionante
cantidad de parches de seguridad para impedir el Jailbreak. Esto sumado a que
lo logrado hasta ahora es sólo el Jailbreak tethered para los dispositivos con
A4 o anterior (hasta el iPhone 4) hace que muchos nos planteemos que no merece
la pena la actualización por ahora (aunque me muero de ganas de probar el SIRI
en español). Lo cual es raro en mi ya que el iOS 5 tardé menos de 12 horas en
probarlo y el iOS 6 lo tengo descargado y esperando a que salga el Jailbreak
sin prisa por ponerlo.
Para mí desde luego estas nuevas presentaciones no han
supuesto la revolución que esperaba. Ya se echa de menos a Steve Jobs,
esperemos que el iPhone 6 y el iOS 7 sí supongan una nueva revolución.